En las lágrimas de Santander y García, en los abrazos interminables y en los gritos de alegría se resume, de cierta manera, la felicidad que invade a ese grupo santiagueño que delira ante el silencio del Socios Fundadores. Quimsa trabajó toda la temporada para este momento, para levantar la copa y cortar las redes. Tras dominar durante todo el año, la Fusión le puso el moño a una campaña brillante quedándose con su primera Liga Nacional. Fue 4-2 ante un batallador Gimnasia después de un infartante 70-68 en el sexto juego en Comodoro.

Para entender lo que fue el comienzo del partido, basta con repasar las palabras de Silvio Santander al pedir un tiempo muerto. "Dejaron la agresividad en Santiago. Ya cansa lo que hacen", les dijo, enojado, a sus dirigidos. Claro, Quimsa largó muy liviano en defensa y Gimnasia se lo llevó puesto. El local sí se mostró agresivo, tanto atrás como adelante. Además, su ataque fue muy criterioso y paciencia a través de su enorme circulación. De los Santos movió los hilos, Schattmann castigó con sus recursos (7) y Clancy fue el faro que dominó adentro para el 23-13 en casi 8m. Los buenos ingresos de Mainoldi y Pérez le permitieron limar a la visita (23-17), pero después de un bombazo de Aguerre llegó la máxima local en el inicio del 2º (28-17). Los gritos de Santander surtieron efecto. Quimsa fue variando su defensa (usó la zona) y empezó a incomodar un poco a su rival, que de todas maneras seguía encontrando respuestas. Sin embargo, el empuje de García (8 en el 2º) y la desfachatez de Pérez le dieron otra dinámica y volumen al ataque visitante, que se soltó para cerrar ahí (39-37).

Al regreso se repitió la tendencia, con el Verde comenzando muchísimo mejor y encontrando facilidades para anotar ante la fragilidad defensiva de los santiagueños. A los 27m, los de García se escaparon por 9 (55-46). Pero claro, sus pérdidas (5 en el 3º) le abrieron las corridas a la Fusión, que se arrimó en una ráfaga (55-54), lo igualó en el inicio del último tras un bombazo de Fernández Chávez y pasó al frente con un doble de Deck (59-57). El pibe demostró que no le pesaba la situación y con un bombazo y una conversión tras rebote ofensivo puso a su equipo 68-64 a 3m del cierre. Schattmann dio la cara, clavó triple y lo igualó en la línea (68-68). Pérez desniveló con una hermosa flotadora, Quimsa bancó con un par defensas (y apuros del local) y el final fue infartante. Aguirre la perdió y de contra, fallaron Schattmann y Cavaco casi en soledad. El festejo, todo para Santiago.