"B": Goleada de Amalia
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- Categoría: Argentino B
- Publicado: Domingo, 13 Abril 2014 03:18
Amalia en el inicio de la séptima fecha del Argentino B, goleó a Deportivo Tabacal por 3 a 0. El partido se jugó sin público a puertas cerradas.
Un partido a puertas cerradas tiene un gustito raro, insulso. Se asemeja más a una práctica que a lo que en realidad es. El folclore futbolero (en el buen sentido de la palabra) y la ocurrencia popular le dan otro matiz a un duelo. Por eso, el de ayer en cancha de Central Norte robó bostezos por doquier, en la fría siesta tucumana.
Para colmo, fue un partido demasiado dispar. Desde el primer minuto, se veía venir una fácil victoria de Amalia ante un rival tan limitado y timorato como falto de ideas y carencias físicas. Al juego le sobraron 84’. Porque cuando a los 6’ Maximiliano Bustos frotó la lámpara y sacó un misil teledirigido desde 40 metros para quebrar la resistencia de Deportivo Tabacal, el juego quedó sentenciado.
Sí, ahí mismo. Porque Amalia hacía lo que quería con su rival. Cuando apretaba el acelerador, lo ponía contra las cuerdas, mientras que cuando quería cambiar el aire, le entregaba el balón y descansaba tranquilo porque los dirigidos por Ernesto Lescano carecían de potencia para lastimarlos.
No le costó casi nada a Amalia, que esta vez, por una sanción disciplinaria a causa de los incidentes en el duelo contra Lastenia, no contó con el apoyo de su gente. Y eso el equipo no lo sintió. Todo lo contrario. Fue una fiera y sentenció rápido la victoria.
A los 43’, cuando la mayoría de los presentes pedían a grito el fin de un partido pálido y aburrido, Marcelo Lazarte sacudió la modorra. Marcos Chimirri se vistió de Riquelme y metió un pelotazo delicioso para Bustos que asistió a la “gata”, quien no perdonó. Gol, 2-0.
Luego del descanso y con una tenue llovizna que hacía más fatigante la tarde, Amalia volvió a apretar a su rival y lo terminó noqueando.
A los 12’, Diego Herrera mandó un centro a la olla que Lazarte transformó en el 3-0. Fue el golpe de gracia para un rival endeble que para colmo, minutos más tarde se quedó con un hombre menos.
Amalia no solo no sufrió, sino que fue una tromba arrolladora. ¿Y si juega todos los partidos a puertas cerradas?.
LA GACETA.