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Publicado: Sábado, 23 Octubre 2021 22:25

Por Rubén "Gringo" Ceballos.

Con varios nombres diferentes y con un sistema distinto con respecto al equipo que perdió ante Vélez, Central Cordoba al menos pudo empatar en su visita a Gimnasia y Esgrima de La Plata en el Estadio Único "Diego Maradona". Fue 2 a 2.

Con la vuelta de Bettini y Sbuttoni atrás; con Montenegro de entrada, Lattanzio por izquierda y Brochero suelto; más un "doble 9" arriba con Riaño y Giménez; el Huevo Rondina metió mucha mano en los intérpretes, pero también en lo táctico donde pasó del 4-2-3-1 a un 4-3-1-2. Tantos cambios no mejoraron el funcionamiento, para nada, pero el equipo se fue al entretiempo ganando 1 a 0 gracias a un excelente zapatazo del Toro Giménez, que aprovechó un rechazo de Rigamonti, lo durmió a Coronel y la colgó en un ángulo. Golazo. Fue la única llegada de Central en esa etapa.

En la primera mitad el árbitro Truco fue el protagonista: primero no cobró una clara mano de Salomón que atajó un remate de Alemán y minutos después sintió culpa y marcó un penal insólito. Salomón no pudo controlar con pierna izquierda y la pelota rebotó en su brazo. El arbitro cobró penal y todos nos dimos cuenta que no juega ni al Futbol 5. Menos mal que el Pulga la tiró al diablo.

La pirueta de Coronel estampó temprano el empate (Salomón es tan ingenuo para marcar que le hace subir la presión a cualquiera). Para colmo de males, minutos después Bay devolvió al corazón del área una pelota (ya en Infantiles te enseñan que eso no hay que hacer) y el Pulga Rodriguez pasó a cobrar. Rápido se lo dieron vuelta al Ferroviario. Menos mal que se iluminó Brochero con una asistencia perfecta, Milton definió como los que saben y todo volvió a estar en pardas.

Los cambios de Rondina fueron ofensivos, aunque las mas claras para ganarlo las tuvo el conjunto de Gorosito. Si se pone el partido en la balanza, el Lobo fue un poco más, aunque tampoco le sobró demasiado. Hoy para Central Córdoba es un alivio no perder.

Evidentemente Rondina sigue probando y buscando, no sólo el sistema, sino también los 11. No está escarbando en el alhajero de una abuela, sino en un costurero. Casi con seguridad no encontrará joyas, deberá arreglárselas con hilos y agujas. Eso no le quita responsabilidad ni obligaciones, sobre todo en los próximos dos partidos -Aldosivi y Sarmiento- en los cuales enfrentará a rivales de clase baja. Clase en la que hoy está Central Córdoba.

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